El informe tiene por objeto el estudio de las posibilidades de aplicación de la Bioingeniería del Paisaje a los problemas de estabilidad de los taludes del casco urbano y zona portuaria de Getaria.
El municipio de Getaria es un pueblo de la costa guipuzcoana cuyo casco antiguo, de traza medieval, se ha construido sobre una estructura geológica de tipo flysch característica de esta zona de la costa. Esta formación favorece la erosión diferencial, pues las capas friables son desgastadas con mayor facilidad que las capas cohesivas. Esto hace que las capas duras se queden en resalte y sin apoyo, que por ello son erosionadas más fácilmente. Así los taludes sobre los que descansan los edificios del casco antiguo de Getaria son taludes muy escarpados dependiendo de la orientación y el buzamiento de los estratos con más o menor grado de erosionabilidad y mayor o menor grado de vegetación.
Tras los análisis realizados se encuentra como problemáticas:
- Riesgo de caída de bloques de roca
- Corrientes de derrubios
- Deslizamientos en tierra
- Procesos erosivos en laderas
Hay dos estrategias principales de intervención: bien resolviendo el problema, por ejemplo recuperando la cubierta vegetada o estabilizando los deslizamientos en tierra (serían soluciones de contención) o bien evitando las consecuencias, como puede ser mediante la creación de barreras que frenen la llegada de las rocas a las zonas sensibles (serían medidas de protección).
Se definen distintitos objetivos en función del tipo de talud
A) Los taludes cuya inclinación sea superior a 65-70 grados y con los estratos aflorantes son difíciles de revegetar, por lo que se plantea dejar que el proceso erosivo continúe y crear una barrera vegetal densa en la base que amortigüe la caída de las rocas y evite los daños. El diseño de estas barreras dependerá del tipo de talud, del tipo de material y del tamaño de la roca. Son barreras de madera y vegetales.
B) Los taludes cuya inclinación esté comprendida entre los 55-65 grados y con acumulación de derrubios en la base: se intentará la recuperación de la vegetación propia de acantilado en la parte basal y la estabilización de los derrubios mediante técnicas de Bioingeniería del Paisaje como entramados y enrejados.
C) Los taludes cuya inclinación esté comprendida entres los 45-55 grados, actualmente con buena cobertura herbácea pero con problemas de erosión, así como escarpes al descubierto: se procurará la recuperación de la vegetación de acantilado, se propondrán soluciones que permitan disipar la elevada energía del agua de escorrentía y el control de la erosión mediante técnicas de Bioingeniería así como la recuperación de la vegetación arbustiva y arbórea. El empleo de acordonados y estaquillados
D) Para los taludes ya gunitados, o bulonados, donde la vegetación no tiene posibilidad de prosperar, se plantean soluciones de tipo paisajístico más que funcional, como por ejemplo en el caso del talud de San Antón.
En total se han elaborado quince fichas de intervención distinta en función del tramo de talud.
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