La rotura de ladera tras unas intensas lluvias afectó a una superficie variable comprendida entre 13 y 20 metros de anchura y 40 metros de longitud. El deslizamiento fue originado por la acumulación de agua tras un periodo de lluvias: la saturación de los materiales que constituyen la ladera natural después de un período de lluvias implica un incremento de densidad de la masa potencialmente inestable y una menor resistencia al corte.
Propuesta de intervención
Recuperar la funcionalidad hidráulica de la cuneta de hormigón hasta el encuentro con la carretera: limpiar de sedimentos y vegetación y rehacerla en hormigón.
Repefilado del talud: Se reperfila el talud de manera que tenga la pendiente de estabilidad (30 -33o) y el material sobrante se utiliza para rellenar la estructura que estabiliza el pie del desprendimiento.
Drenaje del muro y estabilización del pie del talud mediante un entramado Loricata.
En el punto de cambio de pendiente del talud, se coloca una estructura formada por un entramado Loricata revegetado.
La parte alta del talud, debido a una excavación excesiva, requiere la realización de un entramado simple, un enrejado y diversas fajinas de sujeción y estaquillado.
Drenajes superficiales realizados mediante fajinas dirigidas hacia la zona exterior del deslizamiento, donde el agua se recoge con una canaleta de madera.
Siembra a voleo y plantaciones de arbustos. Con el fin de evitar la erosión superficial, se realiza una siembra de toda la superficie y se procede a la plantación de arbustos autóctonos con objeto de incrementar la biodiversidad y mejorar la estructura de la vegetación.
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